lunes, 24 de marzo de 2014

Mas cosas de la clase 22 - 2



Para reflexionar.

Estamos siendo. Nada es definitivo, todo es cambiante.

Nos creemos que somos los amos de nuestra vida pero eso no es tan cierto, ya que los cambios suceden todo el rato. Unas veces los aceptamos de buen grado y otras no. Pero están ahí.

Tenemos que ver el cambio como un proceso de evolución, como un movimiento gradual hacia nuestra evolución personal, como un aspecto positivo de nuestra vida que nos permitirá tener una vida más saludable y placentera. Quien posea esta visión será capaz de enfrentarse a las “sorpresas” de la vida con optimismo, serenidad y esperanza.

Si no aceptamos el cambio entramos en una pelea perdida que nos hará daño y frenará nuestra evolución. Pero, ¿cómo incorporar el cambio a nuestras vidas cuando la primera reacción que tenemos ante él es miedo?.

Cada cambio que se presenta en la vida, ya sea deseado o inesperado, debemos  considerarlo como un nuevo inicio, como otra oportunidad. Esta actitud promueve la capacidad de ver el lado positivo de la vida y entender que el bien puede surgir incluso de las circunstancias más complicadas. Muchas  situaciones de la vida son fortuitas, por lo que están fuera de nuestro control. Afortunadamente, tenemos la opción de decidir nuestra actitud hacia lo que ocurre. Y el optimismo es una condición indispensable para aceptar el cambio como algo positivo. Una vez consolidada la actitud optimista hacia el cambio, la persona debe reconocer que posee la fortaleza interna para recuperarse de cualquier obstáculo en el camino.

Reflexionemos sobre los puntos siguientes:
- El cambio es una constante en la vida.
- Aceptar el cambio disminuye el daño que pueda causarnos y facilita nuestra evolución.
- Aceptar el cambio, tanto el deseado como el inesperado, es una forma de vivir.

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