domingo, 30 de marzo de 2014

Más cosas de la clase 23 – 2



Afrontar los cambios como campos de energía.

Para afrontar con éxito los cambios desde el enfoque del campo de energía que somos, debemos serenar la agitación energética que nos produce la nueva realidad que conlleva el cambio. La nueva realidad que se preconiza (en sentido negativo) nos perturba más que el cambio en sí.

Para ello hemos de convertir nuestro diálogo interno en un discurso realista que nos sirva para motivarnos y no en un relato catastrófico que contribuya a que nos hundamos. Esta manera de enfrentarse al cambio está en nuestras manos y requiere, como la mayoría de los cambios importantes de la vida, un esfuerzo de atención y constancia que sin duda se verá recompensado.

Enfocar adecuadamente nuestra energía para convertir en oportunidades de mejora los cambios que no deseamos, conlleva desarrollar el control de nuestras emociones y mantener equilibradas nuestra vibraciones vitales. Este estado de la energía hace más eficaz al razonamiento.

Este es un trabajo más del cuerpo que de la mente. Por eso en el taller practicamos el enfoque de la meditación siendo conscientes de las tres fases fundamentales:
1. Relajación. Conseguimos la relajación completa de nuestro cuerpo. Eliminamos todas las contracturas emocionales.
2. Concentración. Nuestra atención está concentrada en algo concreto, en nuestro caso la concentramos en la respiración.
3. Contemplación. Desde la quietud interior contemplamos nuestro estado de relajación y nuestro estado de concentración. Nos convertimos en los observadores de lo que somos.

Desde este estado de la energía aceptamos el cambio y proyectamos la nueva realidad que deseamos. De esta manera aseguramos que no entran en nosotros los relatos catastróficos y, por lo tanto, anulamos el miedo y la incertidumbre a la nueva realidad.

viernes, 28 de marzo de 2014

Más cosas de la clase 23



Vivimos en un continuo proceso de cambio, aunque no somos conscientes de ello. Creemos que la vida es lo que somos y que nada va a cambiar, quitando, claro está, los eventos extraordinarios que puedan sucedernos. Nada más lejos de la realidad, nosotros estamos siendo, no somos, ninguno de nosotros está terminado.

El cambio nos exige estar atentos para aprovechar las oportunidades que nos brinda, puedes hacerlo más fácil si:
1. Aceptas los cambios. Si los aprovechas como la palanca que te permite abrir nuevos caminos. Por muy difícil que sea el hecho que te empuja al cambio más problemático es la resistencia al mismo. No aceptar el cambio es sumirse en la oscuridad y la desesperanza. Revisa los cambios importantes en tu vida. ¿Te has resistido?.
2. Eres flexible. No malgastes tu energía luchando contra los cambios, ya que no los puedes evitar, en su lugar utiliza tu energía para que el cambio se realice de la mejor manera posible. Canaliza tu energía en una dirección positiva, eso te dará un mayor control sobre el resultado final del mismo.
3. Tomas el cambio como una oportunidad para crecer. Debido a que el crecimiento no puede ocurrir sin cambio, mira el cambio como algo positivo en lugar de algo negativo. Considéralo como un medio para desarrollarte de forma personal, para mejorar tus circunstancias y tu vida.
4. Aprendes a conocer las señales que indican que tienes que cambiar algo en tu vida. Si llega el momento de hacer un cambio en tu vida, cuanto antes mejor. Analiza las señales que te llegan y acepta la necesidad de ese cambio. Si puedes pronosticar el cambio que se avecina puedes enfrentarlo con mayores posibilidades de éxito y con menores sufrimientos.
Veamos como ejemplo algunas señales a las que se debe hacer caso:
- Trabajas muchas más horas de lo normal.
- Hay rumores de reducción de personal en tu trabajo.
- Tu empresa ha empezado a perder clientes.
- La relación con tu jefe no anda bien.
- La relación con tu pareja anda mal.
- Tienes problemas con tus hijos.
- Se te están presentando muchos obstáculos en tus planes.
- Te has dado cuenta que necesitas estudiar algo más o te están pidiendo en tu trabajo que te capacites.

jueves, 27 de marzo de 2014

Cosas de la clase 23.



Para reflexionar.

Hemos tratado la aceptación del cambio como un aspecto que fortalece nuestra resiliencia.

El cambio es un proceso. Es más, es el proceso principal de la vida. La mayoría de los cambios suceden en nosotros sin que nos demos cuenta. Nuestro cuerpo está cambiando constantemente, está tomando decisiones y modificando sus objetivos dependiendo de las variables que constantemente le están llegando. Podemos tener ahora una opinión y dentro de dos minutos otra diferente, sobre la misma cosa. Alegrarnos de haber tomado una decisión y arrepentirnos inmediatamente de la misma.

Uno de los aspectos más importantes del cambio es que nos obliga a crear una nueva variante de nuestra realidad. En cada presente hay implícito un cambio. El cambio es una constante de la vida.

Tomar consciencia de la importancia de aceptar los cambios y enfocar nuestras acciones para adaptarnos lo mejor posible a ellos, es disponer de una resiliencia fuerte. Cuando nos referimos a la resiliencia tratamos de verla como la capacidad de enfrentarnos a situaciones límite y sobreponernos al dolor emocional para continuar con nuestra vida.

Si trascendemos de eso y vemos a la resiliencia como la capacidad de adaptación de todos y cada uno de nuestros cambios a la “nueva realidad” (el hecho real del resultado del cambio) podemos observar que se transforma en una forma de ser. Nuestra resiliencia es parte de la esencia de nuestra forma de ser. Todos tenemos una resiliencia diferente y podemos fortalecerla o debilitarla, y eso solamente depende de nosotros.

lunes, 24 de marzo de 2014

Mas cosas de la clase 22 - 2



Para reflexionar.

Estamos siendo. Nada es definitivo, todo es cambiante.

Nos creemos que somos los amos de nuestra vida pero eso no es tan cierto, ya que los cambios suceden todo el rato. Unas veces los aceptamos de buen grado y otras no. Pero están ahí.

Tenemos que ver el cambio como un proceso de evolución, como un movimiento gradual hacia nuestra evolución personal, como un aspecto positivo de nuestra vida que nos permitirá tener una vida más saludable y placentera. Quien posea esta visión será capaz de enfrentarse a las “sorpresas” de la vida con optimismo, serenidad y esperanza.

Si no aceptamos el cambio entramos en una pelea perdida que nos hará daño y frenará nuestra evolución. Pero, ¿cómo incorporar el cambio a nuestras vidas cuando la primera reacción que tenemos ante él es miedo?.

Cada cambio que se presenta en la vida, ya sea deseado o inesperado, debemos  considerarlo como un nuevo inicio, como otra oportunidad. Esta actitud promueve la capacidad de ver el lado positivo de la vida y entender que el bien puede surgir incluso de las circunstancias más complicadas. Muchas  situaciones de la vida son fortuitas, por lo que están fuera de nuestro control. Afortunadamente, tenemos la opción de decidir nuestra actitud hacia lo que ocurre. Y el optimismo es una condición indispensable para aceptar el cambio como algo positivo. Una vez consolidada la actitud optimista hacia el cambio, la persona debe reconocer que posee la fortaleza interna para recuperarse de cualquier obstáculo en el camino.

Reflexionemos sobre los puntos siguientes:
- El cambio es una constante en la vida.
- Aceptar el cambio disminuye el daño que pueda causarnos y facilita nuestra evolución.
- Aceptar el cambio, tanto el deseado como el inesperado, es una forma de vivir.

sábado, 22 de marzo de 2014

Más cosas de la clase 22.



Otras estrategias para mejorar tus relaciones:

Evita conflictos innecesarios.
Si estás alterado o lleno de ira no respondas a nada. Piensa que no merece la pena replicar o escribir un mensaje lleno de rabia en un momento de desencanto. Es muy probable que cuando pasen unos días, o unos momentos, te arrepientas. Lo mejor es esperar a estar tranquilo. Verás la situación desde otra perspectiva.
Aprender a hablar en el momento adecuado es un aprendizaje que se adquiere mediante la observación de nuestras reacciones.

Adopta un rol activo
No seas pasivo en tus relaciones sociales. Si quieres hablar o quedar con un amigo no esperes a que él te llame. Llama tú y proponle un plan. Provocar la interacción es una buena cosa para ser más libres y decididos.

Rodéate de personas que te apoyen y te añadan valor
Aléjate de las personas que se pasan todo el día criticando a otras personas. Esas críticas pueden afectar tu percepción de ti mismo. Además gastarás mucha energía para intentar mantenerte fuera de su influencia. En todo caso recuerda:
- sus palabras son sólo sus opiniones.
- sus opiniones no son hechos consumados.
- no tomes esas opiniones como cosa personal.
Rodéate de personas con valores éticos similares a los tuyos, con los que se pueda establecer un apoyo mutuo.

Cambia tu enfoque
No te centres en lo mal que lo hiciste, en lo que te falta o en lo mal que está tu vida. Céntrate en el ahora, en los objetivos a corto plazo y alégrate de todo lo que te va bien. No permitas que tus pensamientos desgastantes arruinen tu presente. Esta actitud te abrirá las puertas a nuevas relaciones y oportunidades.

Afronta nuevos desafíos
Crea oportunidades para mostrarte a ti mismo que eres más de lo que crees que eres. Lo que somos ha sido definido, en gran medida, por otras personas y por el contexto en que crecimos y nos educaron. No vivas tu vida supeditado a las opiniones de otros. Este respeto por ti mismo cambiará tu forma de ver las cosas y facilitará la aceptación de los otros.

Deja de compararte con otras personas
Tu apariencia, logros, éxitos y cualquier otra cosa deben ser sólo tuyos. Tú tienes todas las herramientas que necesitas para cumplir tus metas. Esta predisposición a ser tú mismo facilita la comunicación ya que no tienes que mantener “figuras” inventadas y ayudas a que los demás se abran.

jueves, 20 de marzo de 2014

Cosas de la clase 22



Hemos podido observar, en los ejercicios de escucha realizados en clase, el “tono” de la energía con el que se enfocaba la relación. Recordemos que la “conexión” con las otras personas se hace mediante un intercambio de energía y que la energía siempre va acompañada de una actitud y una intención. La actitud y la intención conforman el “tono” de la energía.

Hemos comentado las siguientes estrategias para mejorar nuestras relaciones: Escuchar; Apreciar y valorar a las personas; Creer en ti; Reír con las personas; Aceptar a las personas. En todas nuestras propuestas destacaremos la predisposición y la intención que conformarán el ”tono” de esa estrategia.

Escuchar.
- Predisposición para comprender al otro. Cuando alguien se siente comprendido entra en un estado de alivio, de tranquilidad y de paz interior.
- Intención de entender al otro. Determinación de la voluntad para entenderlo.
Todos necesitamos ser escuchados. Necesitamos contar nuestros triunfos, logros, retos o estado por el que estamos pasando. Escuchar no significa oír. Significa estar atento y tratar de comprender realmente lo que la otra persona nos quiere decir. Significa no crear un juicio acerca de la opinión de nuestro interlocutor, ni soltarle una retahíla de cosas que podría hacer. Significa ser sensible y solidario al sentimiento de la otra persona, festejar sus logros, comprender sus ideas y darle espacio para resolver sus retos. Sobre todo, entender perfectamente bien su punto de vista y mirarlo a los ojos cuando te habla.

Apreciar y valorar a las personas.
- Predisposición para ver el lado positivo de las personas.
- Intención de ser honestos y tratar con equidad.
Los seres humanos estamos deseosos de reconocimiento. Dale valor a las cosas que hacen los otros. Felicítalos por el éxito que están teniendo, reconoce que lo que están haciendo realmente es algo bueno, valioso, digno de aplaudirse o de admirarse. Encuentra siempre algo positivo en tu interlocutor y haz que lo note y que resalte.

Creer en ti.
- Predisposición para creer que eres capaz de manejar cualquier situación que se te presente en la vida.
- Intención de alcanzar tus propias metas, perseguir tus propios sueños y utilizando tu propio conocimiento y habilidades. Ponerte en el lugar del otro.
Así podrás creer en las personas que se encuentran a tu alrededor.¿Cuántas personas habrán triunfado, vencido un reto o alcanzado un gran sueño porque alguien algún día creyó en ellas? Mira más allá del rostro, atrévete a penetrar en el corazón de las personas y descubre lo que ellas aún no se han descubierto. Encuéntrales algo que sabes que es único y que si lo aprovechan, lograrán trascender. Encuéntralo y díselo.

Reír con las personas.
- Predisposición para compartir la alegría.
- Intención de hacer agradable el encuentro, llenarlo de bondad y afecto.
Una sonrisa brinda calidez, rompe el hielo y crea empatía con las personas. Algunas veces nos encontramos tan inmersos en la cotidianidad, que olvidamos disfrutar los pequeños y grandes momentos que la vida nos regala. Aprende a sonreír y a reír con las personas, pero nunca te rías de ellas, ni a solas, ni delante de otras. Crea momentos gratos para ti y para todos los que te rodean.

Aceptar a las personas.
- Predisposición para aceptar a las personas independientemente de su aspecto, color de piel o raza.
- Intención de respetar y acoger al otro.
Cuando creas que alguien debe cambiar, mira dentro de ti y pregúntate. ¿Qué estoy haciendo para tener una relación armoniosa con esta persona? Primero realiza cambios en tu interior. Si trabajas en ti y descubres que esa persona es negativa, aléjate, pero no hagas ningún comentario con nadie al respecto. Busca la manera de crear relaciones nutritivas con los demás y aprende a aceptarlos tal como son. Entiende que cada ser humano ve, escucha y siente todo desde su propio punto de vista, que por supuesto, es muy distinto al tuyo. Aprende que todas las personas requieren de su propio tiempo para crecer, aprender y desarrollarse. Ama a las personas. Si lo haces, podrás al fin mirar dentro para descubrir el gran corazón de cada ser humano.

domingo, 16 de marzo de 2014

Mas cosas de la clase 21 – 2



Para reflexionar. ¿Cuantos elementos constituyen tu red?.

Mediante las relaciones con las personas que nos rodean, vamos tejiendo una red capaz de mantenernos en pié y con la elasticidad suficiente para rebotar suavemente en ella y recuperar nuestra estabilidad, nuestro equilibrio, si “caemos”. Esto ocurre si la red que hemos tejido está anudada con amor y generosidad.

Cada vez que nos enfrentamos a una situación difícil la presión emocional deforma nuestro ánimo. Al “caer” sobre nuestra red de relaciones (comunicamos nuestro estado de ánimo), rebotamos y recobramos nuestra forma original, la que teníamos antes de la deformación, si la red tiene la energía y flexibilidad necesarias.

Si esta red no existe, o está débilmente anudada, no tendrá la flexibilidad necesaria para rebotarnos y podemos caer aún más bajo, o costarnos mucho trabajo la recuperación. Podríamos deducir que nuestra forma de relacionarnos incide en nuestra capacidad de resiliencia.

¿Cómo anudar la red social?. La “conexión” con las otras personas se hace mediante un intercambio de energía. La energía siempre va acompañada de una actitud y una intención. No somos conscientes de ese intercambio, pero si notamos sus efectos, los manifestamos a través de frases como: “no se, no me cae bien, aunque no lo conozco”; “nos vimos y nos dimos cuenta de que había química entre nosotros”; “me da buenas vibraciones”. Hay conexiones que vienen dadas y tenemos que fortalecerlas, como las conexiones entre padres e hijos y las derivadas de la familia cercana, compañeros de trabajo o vecinos.

Las conexiones hay que mantenerlas y alimentarlas, si no se secan y se desprenden. La manera de alimentarlas puede ser mediante manifestaciones expresas a la otra persona o con la revitalización de la conexión, dinamizando la actitud y la intención (lo practicaremos en el taller).


sábado, 15 de marzo de 2014

Más cosas de la clase 21.



Factores que están implicados en el desarrollo de la resiliencia:

- capacidad de adaptarse, de aceptar lo que es.
- tener relaciones de cariño y apoyo dentro y fuera de la familia.
- capacidad para hacer planes realistas y conseguirlos.
- visión positiva de sí mismo.
- confianza en nuestras fortalezas y habilidades.
- destrezas en la comunicación y en la solución de problemas.
- capacidad para manejar sentimientos e impulsos fuertes.
- hacer un uso correcto de la energía.
- tratar de ser mejor persona.
- actuar con decisión.

Realizamos el siguiente test para identificar que “debilidades” deberíamos fortalecer para ser personas resilientes. Comenzaremos a trabajar en los aspectos que obtengan una valoración más baja.


Preguntas
Valor del 1 al 10
¿Eres positivo?

¿Tienes sentido del humor?

¿Te gusta disfrutar de las relaciones humanas?

¿Se convive fácilmente contigo?

¿Eres asertivo a la hora de comunicarte?.

¿Controlas tus impulsos y emociones en general?

¿Piensas que puedes controlar las cosas y cómo te afectan?.

¿Tienes un automotivación alta?

¿Tienes una autoestima alta?

¿Eres flexible en tus pensamientos?

¿Te gusta hacer las cosas por los demás?

¿Es importante para ti que los que te rodean se sientan bien?

¿Usas de manera correcta tu energía?.


También hicimos una visualización para potenciar los lazos familiares.

Nos propusimos trabajar esta semana en establecer más y mejores relaciones dentro y fuera de la familia.

 

jueves, 13 de marzo de 2014

Cosas de la clase 21.



Resiliencia.

Hemos comenzado un enfoque de trabajo basado en la resiliencia humana. Para entender mejor el concepto, hemos mostrado, doblando una carpeta de plástico, como recobra su forma original después de someterla a la presión deformadora. Esa capacidad, esa energía para recobrar la forma original, es la resiliencia del material de la carpeta.

En nuestra vida estamos sometidos a presiones “deformadoras” todo el rato, entendiendo por presión deformadora aquello que modifica o intenta modificar nuestra forma habitual de ser o estar, sin nuestra aceptación. Por ejemplo cuando nos dicen algo que muestra lo que no somos: “siempre lo haces mal”, intentan deformarnos, hacernos creer que todo lo hacemos mal y de esa manera manipularnos. Para evitar esa “deformación” (manipulación) tenemos que hacer un esfuerzo, tenemos que disponer de la flexibilidad y energía suficientes. Si la situación es más fuerte, como la solicitud de divorcio o la muerte de un ser querido, necesitamos más energía, incluso corremos el riesgo de quedar “deformados”.

La resiliencia humana es la capacidad de asumir con flexibilidad situaciones límite y sobreponerse al dolor emocional para continuar con la vida, y salir fortalecido de dicha experiencia.

Tendremos mayor resiliencia si disponemos de más energía y de la actitud propicia para enfocar mejor esa energía. La resiliencia es el resultado de un proceso de aprendizaje. Incluye conductas, pensamientos y acciones que pueden ser aprendidas y desarrolladas por cualquier persona.
 

sábado, 8 de marzo de 2014

Más cosas de la clase 20 – 2.



Comentamos este caso como una práctica para cambiar nuestra forma de reaccionar.

“Problema” a solucionar: “Mi jefe es un dictador”.

Cómo me siento en mi relación con mi jefe:

Es una persona muy agresiva, siempre va con el yo por delante. Quiere que las cosas se hagan inmediatamente, ¡ahora!, aunque no se tengan los recursos necesarios. Esto crea estrés y tensiones que hemos de tragarnos. Le gusta demostrar que está al mando y que la gente reaccione como él, si no lo hacen se pone impaciente e intolerante. Utiliza palabras hirientes, mira por encima del hombro y nos considera inferiores, él es que sabe. No le importan las personas, sólo los resultados. Irrita a las personas que encuentra a su paso intimidándolas con sus gritos, rabia y arrogancia.

Cómo reacciono.

Hubo un tiempo en que reaccionaba acobardándome, tenía miedo a perder el trabajo. Quería caerle bien y ser simpático. Eso no funciona, él lo aprovecha para vanagloriarse. Cada vez me alejo más de él, cumplo con mi trabajo y huyo de su compañía. Tengo mucha ansiedad y podría costarme una enfermedad. Me he dado cuenta de que no soy capaz de mirarle a los ojos.

Cómo debería reaccionar.

Sin miedo. Exigiendo un trato de respeto y colaboración. Mi trabajo me importa a mí tanto como a él su empresa. Debería establecer una relación equilibrada que permita alcanzar los objetivos sin estrés ni violencia.

Estrategia:

No actuaré con sumisión porque se crece. Siempre me acogeré a los hechos y procuraré disponer de las pruebas necesarias. Tampoco utilizaré la agresividad. Me mantendré calmado y mostraré mi fortaleza sin agredir, le miraré a los ojos, mantendré una posición erguida de mi cuerpo y le hablaré de forma clara, audible y firme. No debe pensar que soy débil. Cuando utilice la violencia responderé con la técnica de la pregunta asertiva: "No comprendo. ¿Puedes explicarme que hay de negativo en...?”. También utilizaré la afirmación negativa: "Es cierto. Me he equivocado. Procuraré que no se repita".

Comenzaré mi nuevo comportamiento hoy.

Se que, al principio, no lo haré todo como me he propuesto, pero seré paciente y persistente hasta conseguirlo. Se trata de vivir feliz, y eso pasa por terminar con esa situación.

viernes, 7 de marzo de 2014

Más cosas de la clase 20.



Podemos utilizar como estrategia general para cambiar nuestra manera de reaccionar lo siguiente:
1. Mantener siempre la calma. Para ello prestar atención al plexo solar y alcanzar la templanza. Se recomienda hacer un ejercicio de relajación todos los días.
2. Proponerse retos uno a uno. Comenzar con los más fáciles para ganar confianza. 
3. Describir cómo te sientes y cómo reaccionas ante el reto que te propones. Se recomienda escribirlo. No te fíes de “tenerlo” en la cabeza, los pensamientos lo manipularán con el tiempo.  
4. Analizar cómo reaccionas y cómo deberías reaccionar. Escribir cómo deberías reaccionar y compararlo con la descripción escrita de lo que haces ahora.
5. Escribir la estrategia. Escribir lo que se va a hacer, cuando se va a hacer y con quien se va a hacer. 
6. Ponerla en práctica. Hacer todo lo que se ha escrito.

Técnicas asertivas que podemos utilizar:
Para llegar a ser una persona asertiva hay que aprender a evitar la manipulación.
1. Disco rayado. Ser persistentes desde una actitud de respeto al otro. Repetir una y otra vez lo que deseamos, sin necesidad de enojarnos, irritarnos o levantar la voz. Es como una guerra de desgaste.
2. La autorrevelación. Cuando nos estamos comunicando en muchas ocasiones los temas no fluyen adecuadamente porque la otra persona no sabe a ciencia cierta qué pensamos o sentimos por eso es vital revelar información acerca de nosotros mismos. Debemos ser capaces de expresar cómo pensamos, sentimos y reaccionamos ante lo que nuestro interlocutor nos dice, eso le permitirá a la otra persona, si bien no aceptar, al menos comprender nuestras opiniones y decisiones y respetarlas.
3. Banco de niebla. En muchas ocasiones las personas a nuestro alrededor critican y se niegan a aceptar nuestra realidad. No podemos esperar que todos acepten nuestras ideas o formas de pensar, por eso, hay ocasiones donde ser asertivos es no ofrecer resistencia, no contraatacar, hay muchas probabilidades de que la otra persona termine desistiendo o cediendo.
4. Interrogación negativa. Existen momentos donde no estamos de acuerdo con las ideas de nuestro interlocutor, sin embargo, expresar directamente: "Tu idea es inadecuada" solo puede favorecer el encierro de la otra persona en sus posiciones. Resultados muy diversos tiene la interrogación positiva: "No comprendo. ¿Puedes explicarme que hay de negativo en...? Este tipo de preguntas conducirá a un diálogo que permite ahondar en la cuestión poniendo en común las ideas de ambas partes.
5. Aserción negativa. Hay ocasiones donde, inevitablemente nos equivocamos nosotros, entonces basta con reconocer: "Es cierto. Me he equivocado." Los errores no son negativos, lo negativo es no aceptarlos y no aprender de ellos. Aceptar que hemos cometido una equivocación evidencia nuestra madurez y nuestra disposición al diálogo.
6. Técnica del quebrantamiento del proceso. Responde a la crítica que intenta provocarte con una sola palabra o con frases lacónicas (Sí… no… quizá).
7. Técnica de la ironía asertiva. Responde positivamente a la crítica hostil (Gracias…).
8. Técnica del aplazamiento asertivo. Aplaza la respuesta a la afirmación que intenta desafiarte hasta que te sientas tranquilo y capaz de responder a ella apropiadamente. (Prefiero reservarme mi opinión al respecto… No quiero hablar de eso ahora).

jueves, 6 de marzo de 2014

Cosas de la clase 20.



Destacamos la importancia del lenguaje corporal a la hora de cambiar la manera de reaccionar ante personas difíciles. Estas reglas básicas deberíamos incorporarlas a nuestra manera de relacionarnos, sea con quien sea.

Lo recomendable es ejercitar estas cinco reglas y reflexionar cómo nos sentimos al ponerlas en práctica. ¿Por qué me siento así?. ¿Qué impide que me exprese así corporalmente?. Estos ejercicios son más beneficiosos si se escriben.

1. Mantener contacto ocular con el interlocutor.
Por regla general, al principio, no se debe sostener la mirada durante más de tres segundos. Después se debe interrumpir brevemente el contacto visual. Mantener la mirada durante más tiempo puede resultar agresivo, y eso no nos interesa. Al interrumpir la mirada la vista se puede dirigir hacia abajo o a los lados, nunca hacia arriba.
2. Mantener una posición erguida del cuerpo.
Esta posición nos mantiene en equilibrio, podemos utilizar mejor nuestra respiración y damos la sensación de seguridad. No es una postura arrogante, sino la de una personalidad madura. Da confianza.
3. Hablar de forma clara, audible y firme.
Evitar el balbuceo ocasionado por inseguridad, miedo o desconfianza. Si es necesario presta atención a tu plexo solar y relájalo. Habla despacio y si surge alguna duda pregunta o exprésala sin miedo.
4. No hablar en tono de lamentación ni en forma apologista.
Se trata de hablar de igual a igual. Sin agresividad y con la mayor empatía posible. Escucha con atención y después responde de manera convincente, utilizando la verdad, emplea las técnicas asertivas si es necesario.
5. Para dar mayor énfasis a las palabras, utilizar los gestos y las expresiones del rostro.
No utilices gestos artificiosos. Se natural y muestra seguridad, sólo se trata de reforzar lo que dices.

domingo, 2 de marzo de 2014

Más cosas de la clase 19 – 2.



La actitud y la voluntad.

Para conseguir el cambio y ser una persona más asertiva necesitamos desarrollar dos elementos esenciales:
1. La actitud. Considerando como actitud la predisposición aprendida, más o menos generalizada, a responder de un modo persistente ante un  determinado comportamiento de una persona o grupo de personas (asunción de las técnicas asertivas).
2. La voluntad. La capacidad de hacer cosas de manera intencionada, que nos permita decidir con libertad y optar por un tipo de conducta determinado.

Identificar una situación no asertiva y no deseada.
He decidido ser una persona más asertiva y quiero enfrentarme a un compañero de trabajo que, siempre que puede, intenta dejarme mal ante los demás. Es de los que tiran la piedra y esconden la mano. Normalmente dice algo ofensivo con un humor sarcástico, de modo que, si me ofendo quedo como mal perdedor y como si no supiera aceptar una broma. No importa si lo que dice es cierto o no, siempre acaba hiriéndome, haciéndome enfadar o quedar como un imbécil. Los demás compañeros se ríen y eso hace que pierda autoestima.

Estrategia a emplear:
1. Intentaré dejarlo solo, o sea, que no tenga publico. Le gusta jugar con la audiencia.
2. Me enfrentaré con él a solas y le diré que cuando hizo la broma, parecía que lo decía en serio. Le preguntaré si era así efectivamente.
3. Le miraré fijamente a los ojos y le preguntaré de nuevo si pretendía herirme.
4. Es probable que justifique su actitud para quedar bien. Aceptaré la justificación, dejando claro que no quiero que me trate así.
5. Si habla de mí por la espalda, conseguiré que me digan exactamente que ha dicho de mí.
6. Hablaré con este compañero y le preguntaré si es cierto lo que he oído. Le diré que en el futuro si desea hacer alguna crítica, me la diga a mí personalmente.


sábado, 1 de marzo de 2014

Más cosas de la clase 19.



Cambiemos la manera de reaccionar.

1. No tomarse lo que dice la persona agresiva como algo personal. Tú no eres lo que ella quiere hacer ver que eres. Es muy fácil sentirse herido, desvalorizado y desmoralizado por las palabras y las acciones de los demás; de hecho, eso es lo que pretenden las personas agresivas y lo que les otorga su poder.
2.  Pregúntate que tipo de reacción tienes con esa persona.
1. ¿Reaccionas de forma pasiva?. Evitas encontrarte con ella, das rodeos para no verla, no coges el teléfono si te llama, te resulta muy desagradable y huyes.
2. ¿Reaccionas de forma agresiva?. Entablas una batalla verbal que no conduce a ningún sitio. Quieres demostrar que llevas razón. No le permites que te conteste.
Detente a pensar racionalmente cual debería ser tu forma de actuar y escríbelo en tu cuaderno.
3. ¿Por qué razón tienes esa reacción?.
Se debe a que no sabes cómo defenderte. No puedes controlar tu ira. No te atreves a llevarle la contraria. Ocultas lo que sientes. Escríbelo en tu cuaderno.
4. Elige una forma de reaccionar que sea asertiva y ponla en práctica.
Mantén siempre la calma, ya sabes el estado de templanza que alcanzamos en la relajación. Trata siempre con respeto a tu interlocutor. Escucha lo que dice pero no dejes que altere tu equilibrio energético. Expresa lo que sientes y lo que deseas, si tienes dudas sobre algo pregunta y después responde con serenidad. Poco a poco irán aumentando tus opciones y aprenderás a no dejarte arrastrar hacia una respuesta que no conduce a ninguna parte y que te deja agotado y desengañado de ti mismo.
No sujetes tu ira, no hay nada malo en ella. Lo que importa es el uso que haces de la misma y cómo la expresas.   
5. Cómo ser más asertivo.
Comienza por resolver pequeños problemas, pequeñas situaciones. Valora cualquier éxito que logres por muy pequeño que sea.
Piensa en una situación en la que no hayas actuado asertivamente. Puede ser del trabajo o de tu vida privada, lo que intentas desarrollar es una actitud general ante la vida.
- Describe en tu cuaderno la situación.
- Di cómo catalogas a la otra persona implicada: agresiva, pasiva o asertiva.
- Describe cual fue tu reacción.
- Di cual habría sido una reacción asertiva. Observa si se ha producido algún tipo de manipulación y cuál ha sido el tipo de respuesta de las distintas personas implicadas.
- Proponte actuar de esa manera asertiva la próxima vez.
- Comportamiento básico como persona asertiva. Leer “Cosas de la clase 6” día 13 de noviembre de 2013.