domingo, 16 de febrero de 2014

Más derechos asertivos



5.- Tengo derecho a cometer errores y responsabilizarme por ellos.

Cometo errores como todo el mundo y soy responsable de ellos. Cometer errores es una cosa natural, por ello no me siento culpable, ya que en los errores no hay mala intención. Acepto los errores cometidos por otros, sin buscar culpabilidad alguna.

6.- Tengo derecho a ser independiente de la buena voluntad de los demás.

Para hacer algo no es necesario que cuente con la buena voluntad de los otros. No creo que mis logros dependan de la buena voluntad de otras personas, sino de mi capacidad para crear o hacer cosas. Esto no impide que acepte la ayuda bien intencionada o que la ofrezca a otras personas.
 
7.- Tengo derecho a decir: “no lo se”.

Decir: “no lo se”, ya no crea en mí la sensación de ignorancia o de irresponsabilidad. Se que no puedo tener todas las respuestas ni exigir a nadie que las tenga. Todos tenemos derecho a decir: “no lo se” sin que por ello se rebajen o se limiten las expectativas de nuestras acciones.

8.- Tengo derecho a ser tratado con respeto y dignidad.

Todos los seres humanos tenemos derecho a ser tratados dignamente y de manera respetuosa, independientemente de la raza, el color de la piel, la religión o la cultura. Soy comprensivo con los demás, asimismo, me siento unido a mis semejantes y a la cooperación con ellos.

9.- Tengo derecho a tomar mis propias decisiones parezcan lógicas o ilógicas.

No siempre hemos de ajustarnos a la lógica porque la creatividad puede superar cualquier razonamiento lógico.

10.- Tengo derecho a decir: “no lo entiendo”.

No me siento obligado a conocer las necesidades de los demás con antelación, ni a comprenderlas sin necesidad de comentarlas. De igual manera expondré mis necesidades cuando lo considere oportuno sin exigir del otro que las entienda a priori.

11.- Tengo derecho a decir: “no me importa”.

A causa de mi condición humana puedo tener muchos defectos, incluso comportamientos ruines. No me siento obligado a esforzarme para alcanzar la perfección en todo,  ni a seguir las pautas de quienes intenten “mejorarme”. Elegir mi propio camino no me hace perezoso, corrupto, degenerado o indigno del respeto de los demás y del propio.



12.- Tengo derecho a valorar mis necesidades como primordiales, tanto como las necesidades de otras personas.

Valorar mis necesidades como primordiales es una obligación, más si resultan indispensables para vivir en un estado de salud plena. El hecho de no satisfacerlas puede producir unos resultados negativos evidentes. Las necesidades pueden ser objetivas como, la nutrición; o subjetivas como el amor, la aceptación o la autoestima.

13.- Tengo derecho a ser feliz.

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