Cómo sustituir creencias limitantes por creencias
potenciadoras.
Podríamos decir que la creencia es el impulsor de un comportamiento
determinado. Si ese comportamiento hace que me sienta mal o limita
mi progreso como persona, debo cambiar ese comportamiento y, por consiguiente,
la creencia que lo impulsa. De esta manera lo que hacemos es romper el bucle que alimenta nuestra
forma no deseada de comportarnos.
Propusimos un ejercicio que nos debe ayudar a bajar de peso.
Consideramos que entre las distintas causas que existen para no bajar de peso
puede encontrarse la falta de disciplina a la hora de elegir los alimentos y la
forma de tomarlos. El ejercicio que realizamos va dirigido a un “aprendizaje”
del cuerpo, ya que el cuerpo y no la mente es quien elige el
alimento.
Te relajas. Una vez relajado visualizas que entras para
desayunar en una cafetería – pastelería. El camarero te pregunta qué deseas
tomar. Pides un café con leche y, echando un vistazo, eliges el bollo relleno
de crema, con chocolate por encima, más grande del establecimiento. Te dispones
a comerlo y observas
con atención la escena, cómo lo comes. No tienes que dialogar nada con la escena,
sólo sentirla. Cuando has terminado de observar la escena, mantén tu
silencio interior por un tiempo.
Sin salir de la relajación vuelves a entrar en la cafetería.
Cuando te pregunta el camarero qué deseas tomar pides un café con leche y media
barrita para aceite (o lo que tu consideres sano para tu cuerpo). Te dispones a
comerlo y observas
con atención la escena, cómo lo comes. No tienes que dialogar nada con la escena,
sólo sentirla. Cuando termines de comer compara las dos escenas.
Este ejercicio, si lo consideras válido, lo realizas dos
veces al día durante diez días seguidos.
Cada vez que vayas a comer, lo hagas donde lo hagas, la
segunda escena sustituye a la primera.
Si tienes dudas, o quieres preguntar algo sobre el
ejercicio, envíame un correo.
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