Algunas reflexiones:
Somos un campo de energía que se manifiesta, e
interacciona, de manera muy compleja.
Para interaccionar con nuestro entorno nos valemos de
“pulsiones” energéticas que se convierten en pensamientos, ideas, emociones y
sentimientos. Con este conjunto de procesos electroquímicos
construimos nuestra “realidad” particular (mapa de creencias y valores). Mediante
la interacción con otros seres “consensuamos” una realidad aceptada por todos.
Cada vez que manifestamos algo lo hacemos mediante una
pulsión energética, que hará que eso que decimos se materialice.
Cuando expresamos una de estas creencias: “es difícil, eso
no se puede hacer”; “la corrupción siempre existirá”; “la vida es dura”; “no
soy capaz de amar”; “yo no adelgazo”; etc., emitimos una pulsión energética que pone en
marcha la creación de lo que expresamos. Por consiguiente, las cosas
son difíciles, existe la corrupción, no adelgazas, la vida es dura, no amas.
Si cada vez que identificamos la expresión de una creencia
limitante la cambiamos por otra potenciadora comenzamos a expresar, a liberar,
pulsiones energéticas positivas que crearán una “realidad” distinta, más
cercana a la realidad que deseamos.
Si en lugar de lo expresado arriba decimos: “esto lo vamos a
hacer”; “acabaremos con la corrupción”; “la vida es alegre y divertida”; “amo
con todas mis fuerzas”; “yo me mantengo en mi peso ideal”. Esta es la realidad
que vamos a crear.
Tú decides. ¿Quieres tener creencias limitantes o creencias potenciadoras?.
Sólo es necesaria la determinación. Se trata de un cambio de actitud.
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