miércoles, 11 de diciembre de 2013

Cosas de la clase 10.



Dentro de las técnicas de asertividad que venimos comentando encontramos una que propone “preparar” aquellos encuentros que pueden resultar “delicados”. A veces nos encontramos con personas que tienen una idea fija de algo y su comportamiento es inamovible. En estos casos la preparación es necesaria ya que trataremos un tema que necesita cierta delicadeza porque la otra persona debe cambiar su idea de las cosas.

En clase propusimos cuatro pasos que nos pueden ayudar en esta tarea:

1. Explica la situación actual tal como la percibes. Es importante ser breve y ceñirse al tema principal que nos ocupa. No debemos caer en comentarios u opiniones que no vienen al caso.

“Controlas todos mis movimientos y exiges que te mantenga informada de todo lo que hago”

2. Muestra a la otra persona que entiendes sus sentimientos, su posición ante el tema a tratar. Después expresa los tuyos.

“Se que te preocupas por mí”, “pero yo me siento vigilado”

3. Hay que decir lo que se quiere. Establecer las mínimas exigencias posibles y ser realista. No tiene sentido exigir cosas que son físicamente imposibles para la otra persona. En algunos casos hay que estar preparados para negociar o comprometerse, para establecer un “acuerdo viable”.

“Quiero que dejes de controlarme, ya soy un adulto, y quiero que me trates como tal”

4. Explica cuál crees que será el resultado, nombrando las recompensas si cumple, o las penalizaciones si no lo hace.

“Si no dejas de controlarme no puedo continuar aquí”.

Esta “preparación” vale para tratar con situaciones difíciles y también para “hacer” cambios de conducta en tu ámbito familiar, profesional o social.

Analiza tu propia conducta y utiliza las pautas que se exponen para llegar a ser una persona más asertiva. Será muy valioso para enfrentarte satisfactoriamente a las personas difíciles que encuentres en tu vida.

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