Al hacer el ejercicio de respiración completa con el
comenzamos las clases, hemos resaltado la importancia de recuperar nuestro
ritmo natural en la respiración y mantener la quietud interior. A este momento
de quietud interior, observando la respiración sin participar en ella, lo hemos
llamado “templanza”. Digamos que en este ejercicio también practicamos el
sentir de la templanza.
También hemos evaluado los objetivos que escribimos en la
clase del día 8/10/2013 y los hemos relacionado con las causas posibles de ese
objetivo, por ejemplo: “Tratar de no sentirme mal cuando hablo con mi marido o
con mis hijos”. La causa puede ser una comunicación defectuosa. La solución
puede venir por ser asertivo.
Para ser asertivo hay que ser templado y conocer muy bien
lo que queremos ser. No se puede ser asertivo si no tenemos clara
nuestra visión y si no estamos dispuestos a alcanzarla. Hemos de tener
paciencia, perseverancia y determinación.
El ser asertivo es un
comportamiento que se aprende y comienza con un cambio interior, con un cambio
en nuestra forma de ser. Podemos decir que es un equilibrio entre la
pasividad o sumisión y la agresividad. En la interacción con los otros ni somos
sumisos o pasivos ni agresivos, somos equilibrados. Practicamos la templanza.
Nos hemos propuesto como tarea para la próxima semana
practicar la escucha. Vamos a escuchar con interés al otro.
Recomendamos realizar el Ejercicio 24 "Del recto hablar".
Recomendamos realizar el Ejercicio 24 "Del recto hablar".
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