sábado, 1 de diciembre de 2012

La alimentación y el campo de energía que somos.



Casi siempre que hablamos de alimentación nos referimos a dietas, peso, alimentos específicos que nos gustan o restaurantes de los que presumimos. Pocas veces, por no decir ninguna, hablamos de la alimentación como el acto que equilibra nuestra disponibilidad de energía. La energía disponible es la que nos permite abordar con éxito las tareas cotidianas y también aquellas extras que nos proponemos. Una parte de la energía que gastamos en nuestras actividades la reponemos mediante la alimentación.

Todos hemos comprobado que si no estamos bien alimentados las cosas las hacemos peor, no rendimos como se espera de nosotros y apenas podemos pensar con claridad. Igualmente nos pasa si comemos en exceso, no hacemos bien la digestión, nos volvemos pesados y tampoco pensamos con la misma claridad que cuando estamos equilibrados. Con falta de energía no podemos afrontar las tareas en toda su extensión, con exceso de energía nos desbordamos y no sabemos qué hacer o lo hacemos atropelladamente.

Comer lo que necesitamos tanto en calidad como en cantidad nos da equilibrio. La digestión no se hace pesada y nuestra mente funciona sin abotargamiento, nos encontramos como más lúcidos para pensar. El campo de energía que somos se encuentra armónico.

Si vemos la alimentación como la ingestión de alimentos para alcanzar o mantener la armonía en el campo de energía que somos, pierden interés muchos de los aspectos que ahora nos llaman la atención como: la comida rápida, salsas, grasas y otros ingredientes que hacen que la alimentación moderna urbana sea a menudo muy desequilibrada y desestructurada, además ayuda a tener una vida cada vez más sedentaria. Normalmente esto crea un bucle donde el comportamiento conduce a un tipo de alimentación, y esa alimentación refuerza a su vez el comportamiento.

Recordemos que también hay otras fuentes que nos proveen de energía como: la respiración, el silencio interior, el ejercicio físico, tomar el sol moderadamente o la relajación. De estas fuentes y de otras más hablaremos más adelante.

En nuestro trabajo del último taller, pusimos la alimentación como una herramienta para desarrollar el “campo de energía humano”, el cuerpo físico. Destaquemos dos aspectos de la alimentación: qué comemos; cómo lo comemos.

¿Cómo te alimentas tu?. En la pestaña “área de trabajo” exponemos una reflexión sobre el qué y cómo comemos. En la pestaña “sobre los ejercicios” proponemos tareas que se pueden hacer para enfocar la alimentación desde el campo de energía que somos.



1 comentario:

  1. Hola Fabio. Muchas gracias por tus palabras y por la dirección que adjuntas. Me parece interesante que rememos en la misma dirección.

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