jueves, 26 de junio de 2014

Cosas de la clase 35.



Decíamos en la entrada: Más cosas de la clase 33: “que el ejercicio de reconocernos nos da la información necesaria para abordar tareas de crecimiento personal. Reconocerse es una actividad lenta, no se puede hacer compulsivamente, sino dejando que el acto de reconocerse cale, se haga consciente. Se trata de aceptar lo que somos, cómo somos, cómo nos comportamos y lo que nos afecta”.

Dentro de lo que “nos afecta” cabe el estrés crónico. Por definición, el estrés es cualquier “experiencia emocional molesta que venga acompañada de cambios bioquímicos, fisiológicos y conductuales predecibles.” Una cantidad excesiva de estrés, o situaciones estresantes mantenidas en el tiempo (lo que conduce al estrés crónico),  puede tener consecuencias sobre la salud y afectar adversamente el sistema inmunitario, cardiovascular, neuroendocrino y nervioso central.

Por eso es muy importante identificar los “estresores cotidianos” que producen o alimentan el estrés crónico. El estrés crónico vive camuflado en nosotros y llegamos a pensar que la vida es así, pero eso no es cierto, el estrés crónico puede matarnos o arruinar nuestra vida. Un ejemplo puede ser no hablar con tu pareja aquello que te molesta y que cada día te distancia un poco más.

Qué cosas nos pueden llevar al estrés crónico:
- la pobreza,
- la disfunción familiar,
- la manifestación del ego sobre el otro,
- un matrimonio infeliz,
- un jefe prepotente,
- una situación de maltrato,
- una situación de acoso,
- sufrir la exigencia de otras personas,
- y otras muchas cosas más.

¿Padeces estrés crónico?. ¿Cuándo “alguna persona”, o una persona concreta, te dice “algo” te pones nervioso, te irritas, te reprimes, quieres huir, no quieres saber nada, etc. Si eso se repite estás incubando el estrés crónico?

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