lunes, 24 de diciembre de 2012

La alimentación como herramienta



La alimentación como herramienta.

Para hablar de la alimentación, como herramienta con impacto directo en el campo de energía que somos, podríamos considerar dos aspectos: qué comemos y cómo comemos.

En el qué comemos deberíamos tener en cuenta: 

Calidad.- La dieta debe ser completa para asegurar el correcto funcionamiento de nuestro cuerpo. Debemos tomar: proteínas, vitaminas, hidratos de carbono, grasas, minerales y agua. Al comprar nuestros alimentos debemos exigir que sean frescos, sanos y nutritivos. Al comprar o antes de comer nos haremos la pregunta: ¿Estos alimentos son sanos y me benefician?. Observaremos como responde nuestro cuerpo.

Adecuación.- Hemos de comer los alimentos suficientes para cubrir las necesidades calóricas del organismo. Para ello tendremos en cuenta la edad, el sexo, contextura, actividades que realizamos y situación en la que nos encontramos. Nos preguntaremos: ¿es suficiente la cantidad de alimentos que tomo en esta comida?. Se recomienda un desayuno abundante y una cena algo restringida. También hemos de pensar en la digestión, si es muy pesada gastaremos mucha energía.

Equilibrio.- Los principios que componen la alimentación deben guardar una relación de proporcionalidad. Proteínas: 12 a 15% del valor calórico total; grasas; 30 a 35%; carbohidratos: 50 a 60%. Nos preguntaremos: ¿estoy haciendo una comida equilibrada?.

En el cómo comemos debemos considerar:

Observar la agitación energética con la que nos disponemos a comer. Si comemos con ansiedad no disfrutamos de la comida, fortalecemos el estrés y no asimilamos los nutrientes con el máximo aprovechamiento.

Comer sin prisas. Es preferible comer menos que atiborrarte sin masticar adecuadamente.

Hacer del acto de comer un momento importante. Tomar la comida siendo conscientes de que estamos reponiendo algo que nos hacía incompletos (habíamos gastado energía que debemos reponer).

Prestar atención a la comida. Debemos estar presentes, no ausentes, en el acto de comer. Es importante tomar consciencia de que estamos equilibrando nuestra totalidad. Alimentarse va más allá de comer.

Ver ejercicio “Comer sin ansiedad”.    

 Es muy importante, para identificar qué tipo de alimentación hacemos, poner en práctica el acecho de nuestra conducta cuando comemos. Ver: “La atención como clave de la observación”. Este puede ser un ejercicio de acecho.

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