martes, 20 de mayo de 2014

Más cosas de la clase 29 – 4.



Algunas notas que ayudan a encontrar el espíritu.

Cada uno de nosotros establece una relación única y particularizada con el espíritu, de tal manera, que podríamos creer que cada uno de nosotros tiene su propio espíritu.

Podemos ver el espíritu como un campo de energía que tiene unos altos niveles de vibración. “Conectar” con el espíritu requiere que alcancemos unos mínimos de vibración energética, que nos lleve a la pureza, tomando como pureza, la ausencia de contaminantes emocionales o sentimentales, que alteran nuestra energía creando agitaciones desgastantes. En estos estados es imposible “conectar” con el espíritu.

No te puedes relacionar con el espíritu mediante la palabra. La palabra es una cualidad propia del hombre. Con la palabra creamos y destruimos cosas. El espíritu no crea ni destruye cosas, simplemente acepta lo que es y toma un camino. El caminar modifica las cosas. Te relacionas con el espíritu a través del sentir. Sintiendo y aceptando lo que es. El sentir se manifiesta como una acción creativa del hombre, aunque en realidad es una información que regala el espíritu.

Al espíritu le gusta manifestarse en el silencio. Si callas tus pensamientos y contemplas alguna cosa sin juzgarla, ni someterla a examen, percibirás la presencia del espíritu. Sentirás la conexión con todo lo que te rodea, Es una sensación de plenitud sencilla. Descubrir la presencia del espíritu necesita sencillez, no se manifiesta si esperas grandes cosas o acontecimientos. A veces te da informaciones muy importantes que parecen “encuentros” fortuitos y te das cuenta de su importancia más tarde, cuando ya no hay ocasión de vanagloriarse por el hallazgo.

Si te relacionas con el espíritu asiduamente, y tienes en cuenta lo expuesto, cambiará tu actitud. Estarás siempre predispuesto al encuentro y aceptarás los acontecimientos sin lucha, sin oposición inútil. Fluirás con la energía vital y estarás abierto a todo lo nuevo, al cambio incesante del mundo. Esa será tu fuerza. Conseguir los objetivos se vuelve fácil, ya que el objetivo más importante es ser consciente de “ser”, a partir de aquí sólo es necesario dejarse llevar por el fluir de la energía vital.

A veces el espíritu no puede manifestarse porque echamos sobre él cargas pesadas, agitaciones energéticas que enturbian el canal por el que nos relacionamos, el espíritu necesita flujos de energía sin agitaciones energéticas desgastantes. Si liberas tu energía de esas cargas tan pesadas e inútiles te sorprenderá la facilidad con la que comienzas a alcanzar las cosas, todo se vuelve fluido y alegre.

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