sábado, 2 de marzo de 2013

El tiempo y lo que queremos ser.



Podemos deducir de la lectura de la entrada titulada “Eltiempo, la intención y la voluntad”, que nuestra historia personal está “grabada” en el tiempo, ya que todo lo que nos ha ocurrido son puntos de sujeción en aquella “tela de araña” por la que caminamos. Mediante el recuerdo, al repasar mentalmente los sucesos ocurridos, reforzamos esos puntos de sujeción, reforzando de esta manera lo que denominamos nuestra realidad, nuestra historia personal.

Nos podemos quedar aquí dando vueltas a nuestro pasado, recordando y reforzando una y otra vez nuestra buena o mala suerte. Una alternativa es olvidarnos de nuestro pasado y “crear” nuevos puntos de sujeción en el tiempo, encaminados a conseguir aquello que queremos. Movernos del mundo en el que actualmente nos encontramos anclados a otro mundo nuevo, sólo lo podemos hacer apoyándonos en el tiempo. Creando nuevos caminos, nuevos puntos de sujeción, recordemos que cada decisión es un punto de sujeción.

Lo primero que necesitamos es conocer con claridad lo que queremos conseguir. Toma un papel y escribe lo que de verdad quieres ser. Después eliminar aquellos impedimentos que se opongan a nuestra intención y, por último, desarrollar la voluntad necesaria que nos permita hacer el nuevo camino.



Necesitamos, para planificar bien nuestro cambio, hacer una recapitulación de nuestra historia personal. Cuanto más exhaustiva sea mejor, pero también nos puede valer una visión “reducida” de la misma. Podríamos sintetizar diciendo que nuestra historia personal es el conjunto de decisiones que hemos ido tomando. ¿Cómo hemos caminado por esa tela de araña?. ¿Qué emociones nos han ido marcando el camino?. ¿Qué decisiones hemos tomado libremente, sin coacciones?. Ahora tenemos la oportunidad de romper esas ataduras y emprender el camino del guerrero, un camino impecable.

Cierra los ojos, relájate y reflexiona. ¿Todas las decisiones importantes de mi vida están subordinadas a alcanzar lo que quiero ser?.

1 comentario:

  1. El tiempo es una constante en nuestra vida invariable que influye de forma notoria en la calidad de vida dependiendo de cómo lo gestionemos.
    Como bien dices debemos caminar por el sendero de la vida con objetivos nítidos que nos sirvan para alcanzar logros, superarnos y no caer en dar vueltas en esa tela de araña, que nos llevaría al cáos y a una insatisfacción crónica general.

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