El silencio interior
como la otra forma de estar (para reflexionar).
Antes de iniciar estos talleres de trabajo nuestra forma
normal de estar consistía en abandonarse en el parloteo de los pensamientos.
Así íbamos reforzando una manera de ser cada vez más sometida al estrés, a la
ansiedad, y a una agitación energética acusada, que no nos dejaba disfrutar
plenamente de la vida.
Hemos descubierto que podemos parar el parloteo de los pensamientos, que
podemos
disminuir el nivel de estrés al que nos conduce nuestra manera de vivir,
y que la
dicha de vivir plenamente no consiste en lo que se tiene, sino en disfrutar en
cada momento del presente.
Sin apenas darnos cuenta hemos aprendido cómo controlar el gasto de
nuestra energía. Ahora no malgastamos energía en quejarnos y criticar a los demás.
Escuchamos
atentamente y en silencio al otro, nos observamos sin juzgarnos ni castigarnos,
aceptamos lo que es sin dejarnos llevar por la ira, defendemos nuestros
derechos sin alterar nuestro nivel de vibración energético, nos comprendemos y
comprendemos mejor al otro.
Todo se debe a que tenemos más momentos de silencio interior.
A veces esos momentos son tan pequeños que no tenemos consciencia de ellos, pero
están ahí. Los movimientos de redistribución de la energía son los que van a
consolidar el estar en silencio interior, son los que te darán la ventaja necesaria
en tu vida cotidiana.
Otros factores que
nos ayudan a consolidar el silencio interior y que deberíamos practicar:
- Presenciar.- Prestar atención pasiva, relajada.
Es un estado abierto de consciencia, una "expansión para incluir" y
un "permanecer en contacto" en un nivel de sentimiento con todo lo
que se esté presenciando.
- Centrarse en una cosa.- Le damos a la mente
algo para que se ocupe de ello, de modo que deje de saltar de un lado para
otro.
- Contemplar.- Dejar que nuestros ojos descansen
fijamente sobre algún objeto escogido y sentirlo, llegar a serlo.
- Estar en el presente.- Nosotros estamos donde
está nuestra atención, y si está en otro lugar o en otro tiempo, no podemos
estar aquí y ahora.
- Consciencia de respirar.- Observar el cómo
respiramos sin participar en ello. Dejar que la respiración sea cada vez más y más
lenta.
- Consciencia del cuerpo.- Relajar nuestro cuerpo
y observarlo facilita una liberación de la ansiedad y tensiones musculares,
viviendo plenamente el momento.
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