Venimos diciendo que somos un campo de energía
autoconsciente. Si haces una relajación profunda, concentras tu atención en la
respiración y alcanzas el silencio interior, te darás cuenta de que todo está
en ti. Todo es una interpretación subjetiva de lo que percibes, en muchos
casos, consensuada con tu entorno.
Por otro lado hemos aceptado que todo está hecho de
atención. También hemos repetido que donde ponemos la atención va la energía. Además,
la atención siempre está “funcionando”, unas veces de manera voluntaria, y
otras, involuntaria.
Vamos a recordar que la intención, el propósito, es aquello
que deseamos hacer. Pero, eso que deseamos hacer, hemos de hacerlo con la
atención, prestándole nuestra energía. Si nuestra atención se “fija” de manera
involuntaria en objetos que no deseamos, en realidad no somos libres de hacer
aquello que queremos. Somos esclavos de lo que “arrastra” a nuestra atención.
Si lo piensas bien, verás que no hay mayor esclavitud.
Recapacita en esto que has leído. Cierra los ojos y
concentra tu atención en aquello que quieres realizar, visualízalo. Deja que tu
atención le de la forma, los detalles. Siente como tu energía alimenta a la
atención. Estás creando. Estás permitiendo de manera voluntaria que la atención
cree lo que será realidad en un futuro cercano. Esas formas libres que está
creando tu atención son una manifestación de tu libertad. No olvides que eres
un ser creativo. No te dejes llevar por una fijación involuntaria de tu atención.
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