martes, 26 de febrero de 2013

El tiempo, la intención y la voluntad (lectura para reflexionar).



En el taller 8, día 20/02/2013, llegamos, entre otras, a dos conclusiones importantes sobre el tiempo:
1.-  Para nosotros la esencia de la administración del tiempo no está en cumplir unos horarios y tareas a rajatabla, sino en asegurarnos que nuestras acciones se fundamentan en lo que queremos ser.
2.- Tomaremos el tiempo como una sucesión de eventos. Según la teoría de la relatividad, el evento o suceso es un punto del espacio tiempo. Cada suceso, cada punto, lo fijamos en el presente y mediante el recuerdo lo podemos traer del pasado y proyectarlo al futuro.   

Ahora imaginemos que el tiempo es el espacio en el que nos movemos como campo de energía que somos. Imaginemos que nuestro campo de energía está en una gran tela de araña y que nos movemos mediante los eventos que suceden, cada evento es un punto de sujeción. Sólo conocemos de la tela de araña el pasado y el presente, aunque intuimos que el resto está ahí. Vamos a decir que se dan eventos de dos tipos: Volitivos, los que suceden gracias a nuestra voluntad y no volitivos, aquellos que suceden circunstancialmente.


 
Cada decisión que tomamos es un punto de sujeción en el tiempo. Estas decisiones siempre se dan en el presente, digamos que el presente es el que nos permite realizar acciones y cada acción puede ser un punto de sujeción. Estas acciones pueden ser ejecutadas por cualquiera de los cuatro ámbitos que nos constituyen (físico, mental, energético y espiritual). Mediante el recuerdo podemos “apoyarnos” en cualquier punto de sujeción.

Pongamos un ejemplo: Vamos a empeñar nuestro anillo de casados. La acción de sacar el anillo del bolsillo y ponerlo encima del mostrador está realizada por el ámbito físico. Sentir la tristeza está realizado por el ámbito mental y el darnos cuenta de que es mejor empeñar el anillo por el ámbito espiritual. Estas tres acciones han “marcado” nuestro espacio tiempo y dan información para propósitos de futuro.

La capacidad de recordar nos permite movernos por el espacio tiempo que llamamos pasado, y la selección de puntos de sujeción nos da la información determinada que podamos utilizar en el presente. La intención es la capacidad de proyectar acciones para el espacio de tiempo que llamamos futuro. La voluntad es la fuerza que nos permite hacer.

Si no tenemos una intención clara, si no conocemos los objetivos que queremos alcanzar no podemos planificar nada y nos dispersamos. Cuando nos dispersamos vamos erráticos por la tela de araña, sin saber donde ir. Nuestros puntos de sujeción no obedecen a un plan para alcanzar lo que queremos ser.

Antes de continuar es muy importante que conozcas con toda claridad lo que quieres ser o lo que quieres alcanzar, si no, nos perderemos por el desierto de la tela de araña.

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