lunes, 4 de febrero de 2013

Ejercicio 15 Lo que esconde mi máscara.



Al responder a la pregunta: ¿de qué voy? Hemos de estar predispuestos a aceptar la verdad sin juzgar, solo constatando el comportamiento.
Al analizar el ejercicio hemos de tener en cuenta que al asumir una máscara la persona está funcionando en dos planos: el que parece que es y el que realmente es. Cuando actúa en el plano del que parece que es puede generar emociones disfuncionales. Es necesario trascender de la máscara para reencontrarte con quien realmente eres.

Podemos relajarnos, adoptar la máscara y escuchar lo que dice el cuerpo acerca de esa pose. Sin juzgar lo que sentimos le pondremos nombre a ese sentir: verdad; falsedad; cobardía; vergüenza, lo que sintamos. Una vez identificado lo que sentimos, o lo que nos obliga a adoptar esa máscara, comenzaremos a sustituir la máscara por lo que verdaderamente somos. A veces este ejercicio nos ayudará a superar una debilidad o a equilibrar una fortaleza. Esta misma técnica la podemos emplear para destapar las creencias que tenemos arraigadas, así como para identificar los comportamientos bajo la importancia personal.

¿De qué voy?.
Máscara
Cuando la uso
Qué siento
Voy de bueno
Cuando no quiero que se sepa como soy realmente.
Falsedad.
De valiente
Cuando compruebo que los demás son más débiles que yo.
Cobardía
De generoso
Cuando los demás necesitan algo que yo puedo dar.
Verdad.
De enfadado
Cuando no quiero que los demás conozcan lo que realmente hago.
Falsedad

Intentemos desenmascarar las máscaras mediante una serie de preguntas: Cuál ha sido mi respuesta a la pregunta: ¿de qué voy?. ¿Realmente es una máscara?. ¿Qué estoy ocultando?. Si observamos con detenimiento lo que sentimos al “vestirnos” con una máscara, podremos comprobar que estamos disfrazando nuestro comportamiento para satisfacer a nuestro ego. En realidad queremos que los demás nos vean así porque nos creemos que si ven la verdad no seremos bien acogidos o que “perdemos” importancia.
Es importante, para crecer como personas, conocer todas las máscaras que utilizamos e identificar lo que sentimos al vestirnos con ellas, ya que esto refuerza la apariencia del ego y debilita un desarrollo coherente de nuestra personalidad. A partir de aquí se trata de practicar el acecho de nuestra conducta para ir rectificando comportamientos. No debemos aparentar lo que no somos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario