No vamos a extendernos en la definición de rol ni en el
papel social que pueda cumplir. Vamos a utilizar “rol” como el “papel” que
desempañamos voluntariamente con la intención de defendernos, poner en práctica
un cambio en nuestro comportamiento o por asunción de responsabilidades.
También podríamos decir que “el rol” es un comportamiento que se ha ido
forjando dependiendo en muchos casos de la defensa del ego y, eso, deberíamos
identificarlo.
Todos solemos utilizar recursos
que nos protegen en nuestras relaciones con los demás y que nos ayudan a ocupar
un rol en los grupos sociales en los que participamos. El rol suele responder a
la pregunta ¿de qué vas?, normalmente se asume un rol para conseguir algo, por ejemplo:
¿De qué vas?. “Voy de simpático y amable”. ¿Qué consigues con eso?. “Que los
demás me quieran”. Deberíamos identificar qué roles asumimos con cada uno de
los grupos: Familia de origen (padres hermanos); familia extensa (tíos, primos,
etc.); Relaciones libremente elegidas (amigos, pareja, hijos, compañeros de
trabajo, etc.).
Una vez que conocemos y aceptamos
los roles que hemos asumido podemos enfrentarnos a los pensamientos que los
refuerzan para identificar sus causas más profundas y, a partir de aquí,
establecer estrategias de cambio, si las consideramos necesarias. Ya sabemos
que cuando cambias la forma de mirar las cosas, las cosas cambian. Si cambiamos
nuestros disfraces, cambiará nuestra forma de ser.
Un rol de defensa puede ser cuando vamos de “enfadados”. Lo
que esperamos conseguir con este rol es que nadie se atreva a preguntar qué
hacemos, o de donde venimos.
Un rol de asunción de responsabilidades puede ser ir de “líder”.
Esperamos dirigir a nuestros colaboradores para alcanzar los objetivos
propuestos.
Un rol de cambio puede ser ir de “respetuosos”. Esperamos
cambiar nuestro hábito de criticar.
Si cambio mi máscara de persona que critica a persona que
respeta cambiará mi forma de ser.
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