Una propuesta de
trabajo.
Después de reflexionar un tiempo he llegado a la
conclusión de que muchos de los cambios que se producen en nosotros (la mayoría
de las veces sin proponérnoslo) son la consecuencia de una toma de decisiones inconscientes.
Son decisiones que hemos tomado y no hemos percibido como decisión, por lo
tanto, no tenemos consciencia de lo que nos está ocurriendo, pero, de alguna
manera, utiliza nuestra energía para sus fines. Muchas veces nos damos cuenta
bastante tiempo después, cuando hemos llegado a situaciones que no deseamos.
Sin embargo el propósito, el deseo de hacer algo, es plenamente
consciente, y muchas veces no ponemos la energía, la voluntad
necesaria, para alcanzar este propósito. ¿Cómo reorientar el uso de nuestra
energía?.
Ya hemos dicho en muchas ocasiones que la teoría no sirve
para mucho, que lo importante es el hacer. ¿Dónde se hacen las
cosas?, ¿Dónde se crean?. Parece que siempre se crean primero en nuestra mente
y después las materializamos. Una manera de crearlas es mediante la
visualización.
El propósito y la visualización deben ir de la mano para
llevar a cabo lo que deseamos. Antes de seguir avanzando debemos preparar
el terreno. Es recomendable conseguir estados de relajación duraderos. En la pestaña ejercicios de este blog se ofrecen
relajaciones dirigidas que permiten alcanzar los niveles deseados.
Podemos empezar con el ejercicio: “Relajación física completa”. Este debería
ser un ejercicio cotidiano para nosotros.
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