El intento de buscar
el espíritu.
La humanidad siempre ha buscado el espíritu y aún seguimos
buscándolo. Podría ser este un trabajo baldío, tantas generaciones y personas
tan importantes buscando y parece que aún no se conoce “realmente” qué es el
espíritu. Nosotros
vamos a poner toda nuestra atención en el camino a recorrer para encontrar el
espíritu. Nos vamos a conformar con conocer bien el camino.
Este camino sólo podemos recorrerlo mediante la reflexión.
Buscando dentro de nosotros los estados de vibración que se producen como
reacción a lo que queremos construir con las palabras. El espíritu nos habla con el sentir y
nosotros, normalmente, contestamos con palabras. Si diéramos la respuesta
también con el sentir podríamos establecer relaciones más consistentes con el
espíritu. ¿Qué resulta de reflexionar sobre lo expuesto?. Concentra
tu atención en el sentir y observa cómo reacciona tu estado energético.
Él se comunica con nosotros constantemente a través del
entorno con el que interaccionamos. A veces lo hace de manera seria,
dándonos la información que necesitamos en la toma de decisiones, que apenas
aprovechamos, a esto le llamamos intuición. Otras veces, las más numerosas, nos
da la información mediante bromas y situaciones divertidas, le gusta disfrutar
de la alegría y nos empuja a ello. En la mayoría de las ocasiones malogramos
este encuentro porque contestamos con palabras, estate atento y observa. Si desarrollamos
el observador que llevamos dentro aprenderemos a “ver”.
El espíritu es humilde. Cuantas veces hemos
sufrido tontamente porque nuestro ego quería imponer su creencia. El espíritu
apenas tiene creencias, él es el presente, fuera del presente no hay espíritu.
Es importante
señalar que si queremos “contactar” con el espíritu sólo podemos hacerlo
“estando en el presente”, cada vez que nos alejamos del presente, del ahora,
nos alejamos del espíritu.
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