Eliminar la queja como fuente de energía negativa.
La queja, la crítica y la sentencia son comportamientos
difíciles de erradicar, por eso, los vamos a considerar fuente de energía
negativa. Eliminarlos es una de las tareas más importantes que podemos
acometer.
En un folio vamos a escribir tres o cuatro cosas de las que
nos quejamos. Después nos preguntamos si podemos dar una solución al motivo de
nuestra queja. Si no podemos darle una solución, lo único que cabe es aceptar
la situación como es, por ejemplo nos quejamos del calor tan horroroso que hace
este verano. Sabemos que la queja no soluciona nada y puede crear en nosotros
un hábito no deseado. Aún más importante es observar que la queja es una forma
de canalizar nuestra energía negativa y volcarla en aquellos cercanos a
nosotros. Estamos potenciando un flujo de energía negativa en la sociedad que
recaerá en nosotros, ya que establecemos un bucle de negatividad.
Si tiene solución, escribimos la solución al lado de la
queja y nos preguntamos, ¿qué decisión he tomado?. Si no soy capaz de tomar una
decisión escribo al lado qué excusas me pongo para no tomar esa decisión.
Queja
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¿Puedo solucionarlo?
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He tomado la decisión de solucionarlo?
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Este verano no se puede salir a la calle, hace un calor
horroroso.
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No.
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No.
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Mi trabajo es un asco.
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Si.
- Cambiar de trabajo.
- Cambiar de actitud ante el trabajo.
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Si.
Voy a cambiar mi actitud.
No quiero perder los beneficios conseguidos.
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Si no te atreves a tomar una decisión al menos deja de
quejarte, solo consigues crear vibraciones negativas de tu energía y refuerzas
el miedo a tomar una decisión. Si crees que la otra persona debe cambiar o
corregir algún comportamiento, díselo de manera asertiva. Desde ahora proponte
firmemente no quejarte. La queja hace que malgastes tu energía, además “castigas”
severamente a quienes te rodean y haces que se alejen de ti.
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