Hemos decidido continuar el curso 2014 – 2015 con el
esquema de trabajo planteado en la
entrada: “Más cosas de la clase 33”.
Seguimos considerando como objetivo último “encontrarnos
con el espíritu”. Este encuentro con el espíritu nos dará la
plenitud como personas, ya que entendemos por “espíritu” aquello que nos
completa y que apenas intuimos. Vernos como un campo de energía facilita este encuentro y
favorece la transición entre lo que somos y lo que queremos ser.
Muchas de las propuestas de cambio que nos hacemos no se
llevan a cabo porque no disponemos de la energía necesaria. Nos
proponemos reforzar la canalización correcta de la energía y el uso que hacemos
de la misma. La validación de este uso la haremos sometiendo nuestro
comportamiento a los valores éticos aceptados.
Lo más importante que podemos hacer es tomar consciencia
real de nuestra energía, reconocer qué vibraciones la dominan y donde ponemos
nuestra atención. Cada momento presente en el que evaluamos nuestra forma de
ser conlleva una identificación clara de esa forma de ser y, por lo tanto, nos
da la información necesaria para mejorar.
Es importante saber cómo somos hoy. Esto sólo
podemos reconocerlo desde la humildad. Si no hay humildad en el acto de reconocimiento no
podremos ver con claridad lo que somos y cómo nos comportamos. No
podemos enfocar bien nuestra energía, o lo que es lo mismo, no podremos ejercer
nuestro poder personal.
Descubrir nuestro
poder personal y ejercerlo es lo que nos proponemos para el próximo curso.
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