Todas las relaciones que establecemos tienen un impacto
en nuestro estado energético. Muchas de esas relaciones,
aparentemente, pasan desapercibidas como comprar el pan o ceder el paso. En
muchos casos estas relaciones también influyen en nuestro estado energético
generando reacciones positivas o negativas. Vamos a considerar reacciones
positivas aquellas que resultan gratificantes, como la sonrisa de la panadera,
y negativas aquellas que “agitan” nuestro equilibrio energético, como ceder el
paso a una persona prepotente, esas que si no te apartas te arrollan. Las relaciones
prolongadas con una persona muy manipuladora pueden llevarnos a quedar bajo su
control.
Puede llegar a ser bastante habitual encontrarnos con
“relaciones” que producen en nosotros reacciones negativas (nos desequilibran)
y esto no es bueno. Si no podemos cambiar a las personas cambiemos nuestra
forma de reaccionar ante ellas, para ello examinemos las reacciones
que tenemos con los demás. Intentemos responder a las siguientes preguntas:
- ¿Qué tipo de reacciones tienes en tu relación con (nombre, se puede aprovechar el ejercicio
anterior).
- ¿Permites que su conducta manipuladora te lleve a una
reacción extrema (terminas por explotar)?.
- ¿Te pones a la defensiva y das excusas (inventas las
respuestas para que rebaje su tono)?.
- ¿Te echas atrás y tratas de “escurrir el hombro o
escaquearte”?.
- ¿Te sientes después enojado contigo mismo por tu
comportamiento?.
- ¿Terminas refunfuñando de forma negativa?:
- Estoy harto de
que me trate así.
- No quiero
asistir a la reunión de esta tarde. Siempre hago el ridículo.
- Es la última vez
que cedo ante su chantaje.
¿Cómo respondes a las críticas?
- ¿Te pones
inmediatamente a la defensiva cuando recibes críticas?
- ¿Te crees lo que
dicen sin detenerte a analizar su validez?.
¿Tienes siempre una visión negativa?.
- Tu visión negativa no sólo te hará ver el lado negro de
las cosas, sino que también hará aflorar los aspectos más negativos en los
demás.
¿Te guardas tus sentimientos, sean buenos o malos?
- ¿Te cuesta decir
te quiero, o esto que haces no me gusta?.
Es mucho mejor pensar antes de reaccionar y aún mucho
mejor si antes has elaborado una estrategia.
Nos hemos propuesto para la próxima semana los siguientes
ejercicios:
- Expresar los sentimientos positivos. “Te quiero”.
- Expresar los sentimientos negativos. “No me gusta como me
hablas”.
- Sentir respeto por uno mismo y por los demás.
La respuesta instintiva, aunque a menudo comprensible, no
siempre es la mejor desde ninguna perspectiva.
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