¿A qué hemos llamado herramientas?. Hemos llamado
herramientas a un conjunto de actos y comportamientos que hacemos, o dejamos de
hacer. Vamos a aclarar esto de hacer y “no hacer”. Para todo necesitamos una
fuerza de voluntad, aunque a veces la rutina nos haga creer que no es necesario
emplearla. Pongamos un ejemplo: Estamos en la oficina y decidimos tomar un
café. Tomar el café es un hacer y hemos utilizado la voluntad. Ahora pensemos
que nos invitan a un café, pero lo denegamos porque hemos tomado la decisión de
no tomar más cafés. En este caso no tomar el café es un “no hacer” en cuyo acto
también hemos empleado la voluntad. El hacer y el “no hacer” es la acción de
las herramientas que utilizamos. Estas herramientas las presentamos en forma de
ejercicios. Un ejemplo puede ser el ejercicio 11 “Eliminar la crítica
negativa”.
Enfocar los actos y comportamientos desde el uso de la
energía (hacer o “no hacer”) nos ayuda a “moldear” el cómo somos, a armonizar
la vibración de nuestra energía con una forma de ser. Con la forma de ser a la
que aspiramos. Tanto el hacer de tomar el café como el “no hacer” de no tomarlo
son actos que inciden en “moldear” la vibración de nuestra energía. Si
observáis con atención vuestro comportamiento veréis que, a veces, un “no
hacer” requiere más fuerza de voluntad que un hacer. Para nuestro trabajo es
conveniente destacar que es tan importante el hacer como el “no hacer”.
El camino del guerrero es el uso impecable de la energía en
todos y cada uno de los actos. Trata de construir una actitud que soporte un
enfoque de la energía de manera continuada. Para eso es necesario dominar el
arte del acecho, el arte de observarnos. Cada persona tiene que identificar su
camino o, lo que es lo mismo, cada persona debe construir la actitud en la que
basa su personalidad. La manera de mostrar al entorno nuestra forma de ser, y
el cómo somos, viene determinado por el uso de nuestra energía.
El estado actual de nuestra vibración energética es el
resultado de las experiencias que hemos tenido hasta este momento. Es lo que
determina nuestra forma de ser. Nosotros podemos cambiar el estado actual de la
vibración de nuestra energía, o lo que es lo mismo, podemos cambiar nuestra
forma de ser, si hacemos de nuestro comportamiento el camino del guerrero.
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