En el taller del día 09/01/2013 comentamos que las
herramientas las utilizamos, no hay otra forma de hacerlo, en nuestro entorno
cotidiano. Que estas herramientas están formadas por nuestra conducta. El cómo
nos conducimos es la consecuencia, el resultado, de los procesos cerebrales que
tratan toda la información que nos llega.
Para obtener buenos resultados, en el contexto en el que nos
movemos, debemos eliminar todos aquellos “impedimentos” que nos condicionan a
realizar acciones o conductas que no deseamos y que no nos dejan alcanzar lo
que queremos ser.
El “impedimento” mayor que podemos encontrar es la
importancia personal.
En muchas ocasiones venimos diciendo que el ego hay que eliminarlo,
que hay que acabar con él si queremos vivir en libertad. Pero nos encontramos
con un problema, si el ego no existe, si es algo inventado, cómo podemos
eliminarlo, cómo podemos eliminar algo que no existe. Quizá deberíamos
replantearnos la definición del ego, para nosotros podría ser: llamamos ego a
todos aquellos procesos que se ejecutan en nosotros como defensa de nuestra
importancia personal. También podríamos decir que la importancia personal es la
manifestación del ego. La defensa y el enaltecimiento de nuestra importancia
personal es la motivación del conjunto de reacciones (procesos) que se ejecutan
en nosotros bajo la denominación de ego.
Si admitimos este planteamiento la eliminación del ego
consiste en “frenar” todos aquellos procesos que se ejecutan como defensa de la
importancia personal. Estos procesos se llevan a cabo cuando tenemos un exceso
de agitación energética. Podrás comprobar, si te observas, que si mantienes una
armonía energética no se ejecutan ese tipo de procesos. Observa cada una de
estas propuestas:
1.- ¿Qué te ofende?. Recuerda y escribe las cosas que te han
ofendido. ¿Qué has defendido en realidad?
2.- ¿En algunas ocasiones te sientes superior?. ¿Qué te ha
hecho pensar que eres superior?.
3.- ¿Cuántas veces
admites que estas equivocado?. ¿Quieres tener siempre razón?. ¿Te hace sentir
eso importante?.
4.- ¿Sientes la necesidad de tener más, de ganar más?. ¿Eres
el más listo?.
5.- ¿Te gusta presumir de tus logros?. Observa qué sucede en
ti cuando presumes. Qué procesos se ejecutan.
Podríamos decir que el ego es una manifestación de nuestra actitud, de nuestra predisposición, que nos lleva a un comportamiento no deseado. Si estamos atentos y “cazamos” nuestras manifestaciones de importancia personal, y las abolimos, estaremos “desactivando” la ejecución de aquellos procesos que conforman nuestro ego.
Ver ejercicio 12 Identificando los procesos del ego.
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