La alimentación como herramienta.
Para hablar de la alimentación, como herramienta con impacto
directo en el campo de energía que somos, podríamos considerar dos aspectos:
qué comemos y cómo comemos.
En el qué comemos deberíamos tener en cuenta:
Calidad.- La dieta debe ser completa para asegurar el
correcto funcionamiento de nuestro cuerpo. Debemos tomar: proteínas, vitaminas,
hidratos de carbono, grasas, minerales y agua. Al comprar nuestros alimentos
debemos exigir que sean frescos, sanos y nutritivos. Al comprar o antes de
comer nos haremos la pregunta: ¿Estos alimentos son sanos y me benefician?.
Observaremos como responde nuestro cuerpo.
Adecuación.- Hemos de comer los alimentos suficientes para
cubrir las necesidades calóricas del organismo. Para ello tendremos en cuenta
la edad, el sexo, contextura, actividades que realizamos y situación en la que
nos encontramos. Nos preguntaremos: ¿es suficiente la cantidad de alimentos que
tomo en esta comida?. Se recomienda un desayuno abundante y una cena algo
restringida. También hemos de pensar en la digestión, si es muy pesada
gastaremos mucha energía.
Equilibrio.- Los principios que componen la alimentación
deben guardar una relación de proporcionalidad. Proteínas: 12 a 15% del valor calórico
total; grasas; 30 a
35%; carbohidratos: 50 a
60%. Nos preguntaremos: ¿estoy haciendo una comida equilibrada?.
En el cómo comemos debemos considerar:
Observar la agitación energética con la que nos disponemos a
comer. Si comemos con ansiedad no disfrutamos de la comida, fortalecemos el
estrés y no asimilamos los nutrientes con el máximo aprovechamiento.
Comer sin prisas. Es preferible comer menos que atiborrarte
sin masticar adecuadamente.
Hacer del acto de
comer un momento importante. Tomar la comida siendo conscientes de que
estamos reponiendo algo que nos hacía incompletos (habíamos gastado energía que
debemos reponer).
Prestar atención a la
comida. Debemos estar presentes, no ausentes, en el acto de comer. Es
importante tomar consciencia de que estamos equilibrando nuestra totalidad.
Alimentarse va más allá de comer.
Ver ejercicio “Comer sin ansiedad”.
Es muy importante, para identificar qué tipo de
alimentación hacemos, poner en práctica el acecho de nuestra conducta cuando
comemos. Ver: “La atención como clave de la observación”. Este puede ser un
ejercicio de acecho.
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