Las personas que quieran iniciar un nuevo camino en este
curso que comienza, deberían reflexionar sobre su propósito, la voluntad de que
disponen y cómo usan su energía.
Ya hemos comentado la importancia que tiene revisar el uso
que hacemos de la energía, identificar en qué la gastamos y, sobre todo, qué
podemos hacer para ahorrarla. Mantener energía sobrante nos hace superar todos los
contratiempos que puedan surgir en nuestra vida cotidiana.
Aunque nos apoyamos en la planificación y los compromisos
contraídos, lo cierto es que no hay nada predeterminado, no puede haberlo, ya que
desconocemos el próximo presente, las circunstancias y los elementos
que ese presente pueda ofrecernos.
Lo que podemos hacer es dotarnos de una intención, de un
propósito, que mantenga un enfoque del nivel de vibración que tenemos como
campos de energía. Este nivel de vibración lo conocemos como la
actitud, la predisposición, con la que vivir nuestro próximo presente.
Este es el punto de partida para el próximo curso.
Crear la actitud necesaria para abordar con éxito los retos que nos
propongamos. Se
recomienda comenzar con una reflexión sobre lo que somos ahora, cómo utilizamos
nuestra energía y qué deseamos alcanzar.