martes, 8 de julio de 2014

La importancia del azar.



Algunos de nuestros objetivos, o quizá muchos, se han concretado partiendo de una frase, comentario, gesto o cualquier cosa que nos ha llegado por azar y nos ha hecho pensar. Después, el pensamiento se ha encargado de reforzarlo o eliminarlo.

Nuestra forma de pensar ha sido y puede ser determinante para nuestra vida. Tomamos un camino o lo dejamos según las veces que pensemos sobre ello. Cuando un pensamiento sobre algo se repite muchas veces llegamos a obsesionarnos. El objetivo a conseguir puede ser bueno o malo, ya no importa. Por eso es recomendable parar los pensamientos y mostrarlos en el silencio interior.

En todos los casos creemos que la decisión la hemos tomado nosotros. No es del todo cierto, lo que hemos hecho ha sido tomar consciencia de la decisión ya tomada. Casi no podemos hacer nada sobre esas decisiones tomadas, parece que sólo cabe llevarlas a cabo, pero no es cierto, podemos “verlas” tal como son en un espacio de meditación.

Para manejar nosotros las decisiones “tomadas” tenemos que reflexionar sobre ellas. Validar de nuevo los objetivos, observar nuestra importancia personal y recordar el código ético en que soportamos nuestro comportamiento.

El equilibrio energético en el que nos movemos puede “filtrar” las reacciones que provocan en nosotros los envites del azar. ¿Cómo son tus decisiones?.

  

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